Cuando se va a crear una empresa que ofrece software como servicio, generalmente requerimos de una infraestructura informática que permita alojar todas las cuentas de usuario. No estamos hablando ya de páginas web específicas, sino de un programa con una alta escalabilidad, donde nuestro objetivo será conseguir el mayor número posible de registros. Y el uso de ese programa, además, se realizará desde la nube, no podrá descargarse en el ordenador.
Es en este punto en el que hay que hablar de soluciones de hosting más avanzadas que el simple hosting compartido que conocemos todos. Según los requerimientos de dicho programa, lo más probable es que necesite que se ejecuten numerosas solicitudes al mismo tiempo, así como consultas en la base de datos. Si no disponemos de los recursos necesarios, el software no será funcional y por tanto no hay negocio.
Por tanto, si vas a montar una empresa que ofrezca software como servicio en la nube, necesitas solucionar ya el tema del hosting.
Existen dos posibilidades que puedes utilizar para alojar un SaaS para tus clientes.
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Servidores dedicados para SaaS
Se trata de la opción tradicional de disponer de uno o varios servidores donde tener alojado el programa. Todos los recursos de dicho hosting estarían disponibles para los usuarios, pero aún así deberías controlar qué media de RAM va a utilizar cada usuario.
Un problema que puede sucederte si utilizas servidores dedicados sin prestarles demasiada monitorización es que, al no tener un límite y un control, haya momentos en los que al conectarse al mismo tiempo un número elevado de usuarios se produzca un colapso en el uso de la RAM y empiece a ir más lento de lo normal, o incluso, que el servidor se bloquee y se reinicie.
Por tanto, mi recomendación es que si vas a utilizar servidores dedicados para SaaS, crees una red de servidores con un número máximo asignado de clientes. No sería adecuado ofrecer a tus clientes espacio en disco limitado (por ejemplo, si le ofreces un correo electrónico), ni tampoco que haya tantos usuarios trabajando al mismo tiempo que puedan hacer colapsar la memoria RAM.
El único problema de esto puede ser el presupuesto, ya que contratar varios servidores dedicados pueden no ser económico. Busca servidores dedicados baratos que te permitan disponer de suficientes recursos para brindar un buen servicio a todos tus clientes y al mismo tiempo te salga rentable. También puedes aislar el uso de recursos creando varios servidores virtuales dentro de cada hosting dedicado.
Otra opción es que ligues el precio de tus planes premium al uso de los recursos.
Por ejemplo: supongamos que has creado un software de gestión online para empresas y hay una opción gratuita. Lo justo sería que esos usuarios no tengan por ejemplo un espacio en disco asignado para subir archivos como presupuestos o facturas sin límite. Que hubiese un límite de espacio que vaya aumentando según lo que paguen.
Cloud hosting para software como servicio
Otra de las opciones que resulta muy útil por sus características es el cloud hosting. En este caso, dispones de perfecta escalabilidad. Supongamos que uno de tus servidores se llena rápidamente de cuentas de usuario y ya no puedes aceptar nuevos usuarios, a menos que sea quitando recursos a los demás. ¿Cómo lo solucionamos? Aunque para llegar a este punto tu software de gestión online tiene que haber tenido cierto éxito y recibir una gran cantidad de solicitudes (o que tus hosting no sean muy buenos), es una situación que puede llegar a darse.
La solución en este caso pasaría por buscar algún servidor alternativo para que se pudieran crear nuevas altas sin retirar recursos a otros usuarios, mientras se activa un nuevo servidor. Habría que tener previsto un protocolo de acción y unas previsiones anuales para que esta situación no llegara a darse de forma habitual.
No obstante, hay una solución que aporta plena escalabilidad y son los cloud hosting. En este caso, cada usuario dispone de los recursos que necesita en ese momento. Si aumenta el número de usuarios, pagas más, pero en ningún momento estos dejan de recibir el servicio. Por supuesto, esto no significa que no debas establecer límites para que se haga un uso racional de los recursos.
El único inconveniente del cloud hosting es su alto precio, pero si lo compramos con los servidores dedicados, llegará un momento en el que no te conviene seguir añadiendo servidores dedicados, sino contratar un cloud hosting. En este caso, aportas plenas garantías a tus clientes y la monitorización no será tan compleja como en el uso de varios servidores dedicados sin balanceo, ya que habrá menos incidencias.
Con todo, aporta un buen servicio a tus clientes, pero no gastes más de lo necesario, ya que según el número de nuevos usuarios que tengas, podrás ir sopesando la posibilidad de cambiar a un cloud hosting desde un servidor dedicado si llega a ser necesario. En otros muchos casos no hará falta, pero también depende de las características del programa que estés ofreciendo.
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